Gregg Jaden

Paciencia y pasión

“Patience” (Paciencia) no es una de las fotos más famosas realizadas por Gregg Jaden. Sin embargo, la historia que hay detrás de esta imagen ilustra cómo, en menos de cinco años, Gregg pasó de ser el propietario de una agencia de publicidad a convertirse en un artista y fotógrafo que viaja por todo el mundo.

Gregg, que es una persona espiritual, medita a diario como forma de encontrar un equilibrio entre el pensamiento y la planificación. Esto le ayuda a conectar con la energía que surge tanto dentro de él como a su alrededor y llevarla a su fotografía, desde el momento de la inspiración hasta el producto final. 

“La meditación me ayuda a mejorar mi creatividad y lograr claridad”, afirma Gregg. “Sientes cuando haces lo correcto en el momento adecuado, guiándote por tus sentidos. En una ocasión estábamos trabajando en un acuario enorme en Monterrey y solo podía ver uno o dos temas interesantes para fotografiar ante una pared de agua. El lugar estaba repleto de parques infantiles y gente. Seguía teniendo la sensación de que conseguiríamos la toma. Y, cuando las instalaciones iban a cerrar y se estaba marchando la última familia, le pedí a los padres que dejasen ver a los niños los peces una última vez, y la imagen tomó forma delante de mí. Esos niños aprendían realmente rápido”, recuerda Jaden entre risas.

Con este mantra espiritual, Gregg Jaden ha logrado el éxito en una industria creativa en la que el público se ve saturado por imágenes y contenido sin fin. Su trabajo cuenta con ese elemento indescriptible que hace que la gente se detenga y diga “Vaya. ¡Qué interesante!” Su trabajo ha obtenido reconocimiento a nivel mundial

Éxito a través del aprendizaje autodidacta

Hace cinco años, Gregg se ganaba la vida trabajando en una agencia publicitaria de Los Ángeles. Su firma contrató a un fotógrafo para un trabajo, pero resultó ser tan mediocre que Gregg tenía la seguridad de que podía hacerlo mejor. Así que compró una cámara y unas cuantas lentes e inició el proceso de prueba y error. Poco después utilizó sus propias fotografías en un trabajo y el cliente acabó encantado. Esto inspiró a Gregg y le llevó a adentrarse en la fotografía. Reflejó paisajes y expediciones de escalada. Obtuvo reconocimiento y pudo  atraer a clientes para viajar en expediciones y dedicarse a la fotografía a tiempo completo. Gregg es completamente autodidacta. Todo lo que ha aprendido sobre fotografía y vídeo ha sido a base de prueba y error, viendo qué funciona. “Mis primeras fotografías eran terribles”, nos cuenta. “En una ocasión tomé fotografías de exposición prolongada en Redondo Beach para practicar, y una conocida publicación de turismo de Los Ángeles las usó en su sitio web. Me alegro de que les gustasen, pero ya ni siquiera las tengo en mi galería. Cada vez que salgo, intento mejorar y ampliar los límites”. 

Gregg advierte a los principiantes de que los comienzos serán modestos. Los clientes esperan ver un historial contundente y un porfolio que muestre su habilidad. Quieren colaborar con proveedores que entiendan a su empresa y el sector en el que opera. También buscan a profesionales creativos cuyo trabajo forme parte de una estrategia de manera clara y visual. Gregg también recomienda a quienes están aprendiendo que se dediquen tanto a la fotografía como al vídeo, ya que incluso cuando un cliente especifica que quiere un formato, a menudo contar con material del otro puede aportar más valor y un mejor servicio al cliente.